Es sorprendente que la naturaleza nos ofrezca plantas súper poderosas con extraordinarios efectos benéficos si se usan correctamente. Una de ellas es el ajo, cuyo bulbo es conocido en medicina por mejorar radicalmente la circulación.
Si sigues leyendo no solo conocerás los poderes del ajo para prevenir o curar un buen número de enfermedades, sino que sabrás preparar un remedio casero para aprovecharte de todas sus propiedades curativas.
El elixir milagroso es fácil de preparar
Una de las ventajas de este remedio es que se requieren muy pocos ingredientes completamente naturales que se encuentran en cualquier casa o mercado, y que no tienen contraindicaciones ni entrañan peligro alguno.
Ingredientes:
10 dientes de ajo
½ litro de leche
Agua
Miel
Preparación:
Pela los dientes de ajo y picarlos en cuadraditos pequeños. Pon a calentar 500 ml. de leche y ve rebajando con agua hasta formar 750 ml. Hazlo gradualmente mientras se calienta la mezcla a fuego medio.
Cuando la mezcla esté caliente, añade los ajos hasta que empiece a hervir. La potencia del fuego siempre debe ser media o media-baja para aprovechar correctamente las propiedades del ajo.
Cuando la mitad de la mezcla se haya evaporado, cuela y aparta los ajos. Añade 2 cucharadas de miel al líquido y tómate la mezcla recién hecha, tan caliente como sea posible.
Enfermedades que cura y modo de uso
Problemas del sistema respiratorio
La más básica de las molestias que alivia esta leche de ajo es la tos. Solo hay que agregarle a la mezcla una cucharadita de cúrcuma. El ajo y la miel limpian la garganta y la mezcla es expectorante.
1 taza de esta leche antes de dormir limpia los alvéolos previniendo el asma. Si no te ha dado tiempo de preparar la leche, puedes consumir 3 dientes de ajo para obtener los mismos efectos.
También puede usarse como tratamiento complementario para la tuberculosis. En este caso debes tomar 1 taza 3 veces al día. Así ayudarás a combatir los procesos infecciosos relacionados con la enfermedad. El mismo tratamiento se recomienda en pacientes con neumonía.
Problemas de los sistemas endocrino y digestivo
Uno de los órganos más beneficiados por el consumo de ajo es el hígado. Al tratarse de un excelente antibacteriano, la leche de ajo es capaz de eliminar toxinas y de reactivar el funcionamiento hígado. En este caso debe acompañarse con alimentos ricos en azufre.
Esta leche contiene selenio y alicina, sustancias que estimulan la producción de bilis y reducen la grasa presente en el órgano. Se puede curar la ictericia administrando 4 tazas de leche de ajo al día.
El consumo diario de 1 taza de esta leche de ajo reduce los niveles de colesterol y estimula la digestión, debido a que es un antiséptico natural que mantiene protegido todo el aparato digestivo. En caso de diarrea es muy efectivo.
Corazón, sexualidad y sueño restaurados
Cuando hay trastornos cardíacos, es recomendable preparar la mezcla con leche desnatada, que contiene menos grasa para evitar la formación de acumulaciones indeseables.
Este remedio es un excelente inductor del sueño, así que quienes sufren de insomnio tienen en él un buen aliado. En caso de artritis, la leche de ajo alivia el dolor de las articulaciones, para lo cual debe consumirse a diario.
La leche de ajo es también un importante restaurador de la fertilidad masculina e influye de forma decisiva en casos de impotencia, mejorando sensiblemente la circulación.
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