Las ampollas de sangre son acumulaciones de este líquido bajo la capa más superficial de la piel. Al producirse una lesión en los vasos sanguíneos, por un golpe leve por ejemplo o un pellizco, la sangre se libera y produce una burbuja, por lo que no llega a abrirse una herida. Para evitar sufrir estas molestas ampollas, debes evitar su causa, ya sean golpes (con protecciones en los pies, por ejemplo al estrenar unos zapatos, mantenerlos secos e hidratados), irritaciones (no usar productos químicos abrasivos para la piel) o infecciones (lavarse las manos a menudo, no tocar llagas ni cortes en la piel de otras personas…).
Estas afecciones pueden darse en cualquier parte del cuerpo, por lo que pueden aparecer ampollas de sangre en la boca, la lengua, los pies, las manos, etcétera. Como son muy molestas y pueden complicarse si se revientan o explotan e infectarse, en este artículo de unCOMO veremos cómo tratar una ampolla de sangre.
Qué hacer con una ampolla de sangre: cómo tratarla
Realmente, curar o tratar una ampolla de sangre no requiere complicación alguna. Sencillamente, hay que evitar que se abra, como ya hemos mencionado, y procurar mantener la piel lo más limpia posible, así como evitar los posibles roces o presiones que podrían facilitar que se abra la piel de la ampolla.
Para desinfectar la piel puede usar alcohol, povidona yodada o yodo o clorhexidina, sencillamente empapando un poco una gasa y realizando toques muy suaves sobre la zona de la ampolla con sangre. Esta limpieza puedes hacerla una vez al día.
Asimismo, tendrás que tener paciencia para que el líquido acumulado bajo la piel se vaya reabsorbiendo y esta vaya volviendo a su sitio o incluso se caiga por sí sola una vez termine el proceso. Mientras pasa este tiempo tendrás que vigilar de cerca el avance y estar atento a posibles signos de infección o complicaciones, que veremos a continuación, para tratar la ampolla de sangre con más cuidado hasta que sane del todo.
¿Qué hacer si la ampolla de sangre se ha abierto? En tal caso, tendrás que limpiar muy bien la zona para retirar toda la sangre y luego desinfectar bien la herida, pues será más fácil que se infecte, además de seguir una serie de cuidados hasta que se cure del todo.
Cómo saber si una ampolla de sangre está infectada
La piel se regenerará en unos días, pero mientras tanto debemos vigilar que no aparezcan signos de infección en la ampolla de sangre, o en la piel de alrededor. Estos signos o síntomas que deben alertarte de una posible infección en la zona son:
- Más calor en la zona.
- Rubor o enrojecimiento del propio lugar de la ampolla y de la piel de alrededor.
- Inflamación en el área.
- Dolor, tanto si se toca la parte afectada como incluso solo con el roce. En caso de que duela incluso sin tocarla será signo de que la infección está avanzando.
- Si se revienta la ampolla de sangre por algún roce, otro signo de infección será la presencia de pus en la herida.
Estos signos juntos indican que hay infección, en este momento debes acudir a tu médico y consultar por si necesitas un antibiótico, ya sea tópico o vía oral, para tratar la ampolla de sangre y evitar que la infección se extienda.
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