Todos los expertos en nutrición infantil recomiendan que el agua sea la mejor elección para la hidratación de los niños y que en caso de ingerir jugos, estos sean naturales.
A pesar de que cada día permea más el estilo saludable de vida, que incluye tener una nutrición más sana y mejores hábitos de sueño, higiene y actividad física, aún es muy grande el número de niños y de adultos que consumen refrescos.
La mayoría de las personas aún no tienen consciencia de lo que genera el consumo de refrescos o de una Coca-Cola, en general comparten que los refresca y que su sabor es de cierto modo agradable, pero lo que sucede realmente con su cuerpo mientras toma cualquier refresco no lo saben.
Por esta razón el farmacéutico Niraj Naik, decidió hacer pública tal información y explica que es lo que pasa en nuestro cuerpo al consumir refrescos de Cola. Sumado a esta iniciativa, médicos alrededor del mundo están pidiendo a los padres que dejen inmediatamente de darles Coca Cola a sus hijos.
La razón no podía ser más convincente: la bebida destruye los huesos de los niños, mermando el desarrollo hasta la edad adulta. Esto también es perjudicial para los adultos, pero tiene más efecto en los niños porque el refresco y sus químicos “disuelven” los nutrientes del cuerpo que se utilizarían para reforzar, por ejemplo, los dientes y huesos.
En la mayoría de las ocasiones consumen refrescos durante este tiempo, lo que se traduce en una disminución del gasto energético mientras se incrementa el consumo de energéticos, lo que puede llevar a la obesidad.
Es importante consumir líquidos durante y después de realizar alguna actividad física,
Los refrescos están compuestos de azúcares tales como sacarosa, glucosa, fructosa, por lo tanto, son una fuente rápida y concentrada de energía. Hay estudios que muestran una relación entre el incremento en el consumo de refrescos y la prevalencia de la obesidad hasta en un 34%.
Se habla de que el consumo de un litro por día durante tres semanas se traduce en la ganancia de 1 kilogramo de peso. La obesidad infantil está relacionada con muchos factores dentro de los que se encuentra el sedentarismo, que se intensifica en época de vacaciones (julio y agosto); y los niños dedican gran parte de su tiempo a la televisión, juegos de video, computadora, etcétera.
En la mayoría de las ocasiones consumen refrescos durante este tiempo, lo que se traduce en una disminución del gasto energético mientras se incrementa el consumo de energéticos, lo que puede llevar a la obesidad.
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